Soldados
De l'article de Marcel·lí Domingo (Tarragona, 1884 - Tolosa, 1939) a La Lucha (20-VI-1917). Avui fa 96 anys que va esclatar la vaga general amb la tensió que dies abans reflectia aquest text.
Peces Històriques Triades Per Josep Maria Casasús[...] Soldados, ha llegado vuestra hora. Ya habéis visto que la disciplina se vulnera en los cuarteles cuando conviene a las peticiones de vuestros jefes. Ya habéis visto como en nombre de la justicia, no en nombre de la ley, vuestros jefes os han tenido prestos a salir para luchar contra los poderes constituidos. Habéis aprendido cosas de estas lecciones. Pues, pensad que por las peticiones que hacen, no vuestros jefes, sino vuestros hermanos, pronto se romperá la disciplina de la calle. Pensad que, en nombre de la justicia, se levantarán, no ya vuestros jefes, sino vuestros hermanos, vuestros padres, vuestras madres. ¿Dispararéis? ¿Haréis fuego? ¿Obedeceréis la orden de abrir la cabeza de los que vienen del campo y de las fábricas, y del taller; del mismo lugar del que vinisteis vosotros cuando fuisteis al cuartel; del mismo lugar a donde iréis vosotros cuando salgáis del cuartel para siempre?
¿Dispararéis contra los de abajo para sostener a los de arriba? ¿Dispararéis contra el que no come para proteger al que vive harto? ¿Dispararéis contra el que pide justicia para aguantar en su puesto al que no la hace? ¿Dispararéis contra el que exige una administración justa para proteger al lado de la caja al que roba? […] ¿Dispararéis contra los que anhelan un gobierno de los mejores para retener en su lugar estos gobiernos formados por los peores? […]
Soldados, os ha tocado servir a la Patria en la hora de su mayor angustia. En la hora de mayor debilidad de los de arriba y de resolución más firme de los de abajo. Pensad que sois militares unas cuantas horas de vuestra vida. Que sois hombres, que tenéis que ser hombres, siempre. Y que nadie, por alto que esté, no os puede exigir, en nombre de una disciplina violada, el sacrificio de vuestros entusiasmos y de vuestros deberes ciudadanos. Un Régimen que solo cuenta con las armas para sostenerse no tiene derecho a contar con las armas de los que solo por deber forzado, y no por espíritu, están con él.