Inquietud ante la visita de Mikoyan a Cuba (1960)
De Josep M. Massip (Sitges, 1904 - Washington, 1973), corresponsal a Washington de Diario de Barcelona (6-II-1960). Havia estat periodista de confiança del president Companys. Les tensions Cuba-EUA s’apaivaguen mig segle després. Foto: Mikoyan a Cuba.
Peces històriques triades per Josep Maria Casasús¿Adónde va Cuba? Hoy, mientras Anastas Mikoyan, viceprimer ministro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se pasea por La Habana -y no sin algún tiroteo- Washington se repite, una vez más, la inquietante pregunta: ¿Adónde va Cuba? Mikoyan vino el año pasado a Estados Unidos y todo el mundo se quedó tan tranquilo y se le dieron toda clase de facilidades para que conociera bien este país. La visita de Mikoyan fue el primer acto positivo entre Moscú y Washington para un intento de “deshelar” la guerra fría. Los resultados fueron más bien pobres, a juzgar por lo que hemos visto hasta ahora. El objetivo número uno de Mikoyan en aquella ocasión era abrir una primera puerta al intercambio comercial y económico entre la URSS y los USA. Hasta ahora la puerta permanece cerrada, a despecho de la visita de septiembre del propio Nikita Kruschev. […] Ahora lo de Cuba es diferente. Lo es por varias razones. La primera y más importante, por el señaladísimo interés que la URSS muestra en sus contactos con Iberoamérica, tan alejada de su geografía física, política y cultural. La segunda, por las condiciones de inflamabilidad del tumultuoso régimen revolucionario de Cuba. Y una tercera, en fin, por el pésimo estado de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington. […] Aquí se teme que la visita de Mikoyan contribuya gravemente al creciente divorcio entre Cuba y Estados Unidos. Las características del régimen cubano le hacen especialmente vulnerable a la penetración comunista, es decir, a lo que más teme Norteamérica en el hemisferio occidental. […] En las actuales circunstancias, la presencia de Mikoyan en La Habana puede tener amplias e inesperadas repercusiones en la actitud de Estados Unidos, no sólo con respecto a Cuba, sino, y sobre todo, con respecto a la Unión Soviética. Aquí nadie dice oficialmente nada. Pero la visita en estas circunstancias se considera poco menos que un desafío.