ABANS D'ARA
Opinió02/09/2013

¡Viva Cataluña!

De l'editorial de Valentí Almirall (Barcelona, 1841-1904) a El Estado Catalán (23-III-1870). Fe federalista en la lluita contra l'unitarisme opressor i corrupte. (Retrat fet per Ramon Casas.)

Valentí Almirall 1870
i Valentí Almirall 1870

Peces històriques triades per Josep Maria CasasúsCon gusto saludamos este lema escrito en el primer estandarte de la última manifestación contra las quintas. Le saludamos con entusiasmo, no sólo porque responde a lo que sienten todos los corazones catalanes, sino que completado con la palabra Federación que en el mismo estandarte se leía, dio una idea de lo que debe ser en España la República federal, del camino que debe seguirse para llegar a su deseado planteamiento. No creemos que exista un solo hijo de Cataluña que al considerar los desaciertos de los gobiernos que ha tenido España en un espacio de cuatro siglos, no haya pensado más de una vez: "Si Cataluña se rigiese por sus leyes propias, si estuviese gobernada por sus propios hijos, otra sería su situación, otra su grandeza." […]

Inscriu-te a la newsletter Comprar-se la democràciaLes opinions que et fan pensar, t’agradin o no
Inscriu-t’hi

Gritemos los catalanes ¡Viva Cataluña! y este grito que envuelve la idea regeneradora, sea contestado por los de viva Aragón, viva Castilla, viva Andalucía, viva Valencia, etc., que éste es el modo único de establecer la República democrática federal, el único medio de devolver la vida a la patria agonizante. […] No se dejen alucinar por mentidas invenciones de los hombres que necesitan la centralización para medrar a su sombra. […] Comprendan de una vez que la centralización sólo puede existir siendo débiles las provincias y que los hombres del centro, procedan de donde procedan, seguirán siempre la funesta política de esquilmar las provincias, de impedir a todo trance su prosperidad. […]

Cargando
No hay anuncios

Los que hoy se dejan llamar conservadores, no como afiliados al partido político de este nombre, sino en la verdadera acepción de la palabra, verán claro que conservando lo que existe en España no conservarán nada que sea útil, nada que sea grande, sino que tenderán a perpetuar las causas de corrupción que hoy nos abruman y, al ver esto, por fuerza se habrán de refugiar en el espíritu provincial y gritar con nosotros ¡VIVA CATALUÑA!