José Comas Solá
07/03/2013

El principio de la relatividad (1920)

Peces històriques triades per Josep Maria Casasús[...] Einstein, eminente físico y matemático suizo, enunció dos llamados postulados, que en realidad podrían reducirse á uno sólo en la forma siguiente: en todo sistema dotado de un movimiento de traslación rectilíneo y uniforme, no es posible, por ningún medio, revelar la existencia de este movimiento.

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En realidad, esto no es más que un principio axiomático y por consiguiente una ley natural. Este principio establece implícitamente el siguiente dilema: ó no existe el éter ó el éter está arrastrado por el movimiento de la Tierra, como aseguraba Hertz ó como niega rotundamente Lorentz. […]

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Llegados á este punto, Einstein se siente todavía más radical, y pasa de su primitiva relatividad restringida á la relatividad generalizada, con aplicación, principalmente, á los campos gravitacionales, y afectando así profundamente á la Mecánica celeste clásica.

Esta relatividad generalizada pretende modificar la ley fundamental de Newton y desvirtuar por completo el concepto que teníamos de la fuerza centrífuga compuesta. El asunto es, en sí mismo, muy complicado. Aquí me limitaré á indicar algunos de los absurdos á que conduce la teoría de la relatividad generalizada. Aparte de que las nociones de tiempo y de espacio se confunden, perdiendo su realidad la antigua Geometría, que suponíamos independiente del tiempo, es necesario admitir que el "espacio es curvo", quedando de esta suerte suprimida la Geometría euclídea, que siempre habíamos supuesto ser la Geometría real. […]

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En estos momentos, dirías que lucha el siglo XX contra el siglo XVII: Einstein contra Newton. No es la primera vez que esto ocurre en la ciencia, aunque nunca con tal intensidad y en tal forma. ¿Cuál será el resultado de la lucha? Hasta ahora, toda tentativa de corrección á la obra inmensa de Newton ha terminado con una nueva glorificación á aquel hombre insigne, no igualado por nadie. No dudo de que esta vez ocurrirá lo mismo. Será una nueva prueba de que el progreso del espíritu humano está sujeto á seculares vaivenes, […]