Abans d'ARA
Opinió29/03/2021

Un occidental en la China de Mao (1972)

Margarita Rivière (1972)
i Margarita Rivière (1972)

De l’entrevista de Margarita Rivière (Barcelona, 1944-2015) publicada a Dossier-Mundo (III-1972), revista de continguts monogràfics en què aquesta periodista, que aquest dimarts fa sis anys que va morir, va exercir de cap de redacció, la seva primera feina professional. També va treballar en ràdio i televisió i a l’agència Efe. Va publicar una trentena de llibres sobre fenòmens socials com la moda.

Inscriu-te a la newsletter Comprar-se la democràciaLes opinions que et fan pensar, t’agradin o no
Inscriu-t’hi

Los comentaristas han calificado, en sus recientes balances de fin de año, a 1971 como año de la China Popular, e, inmediatamente, la apertura que se ha producido no sólo es acontecimiento importante para la Historia presente, sino, muy probablemente, la clave decisoria del próximo futuro mundial, en el que ya se vislumbra un “nuevo triángulo de potencias. El país que fue “pobre de naturaleza”, aparece, aparentemente de improviso, como el “Tercer Grande”, capaz de intranquilizar seriamente a las dos superpotencias que están demostrando su nerviosismo, tanto por la vía de la intimidación -léase guerra indo-pakistaní y nueva escalada en Vietnam- como por la vía del acercamiento a través de la negociación o de la concesión -apoyo de la URSS a la entrada de China en la ONU y la visita de Nixon a Pekín. Si la entrada de China en el concierto mundial señala de una manera casi diáfana el fin de la ya no muy cómoda política de bloques; el inicio de la apertura, tras 22 largos años de aislamiento, puede aportar a Occidente una toma de contacto con un pueblo casi absolutamente desconocido, a pesar de unas cuantas “filtraciones” generalmente de carácter literario, y, quizás, un posible enfrentamiento de formas de vida y sistemas de valores. […] El azar ha puesto a nuestro alcance un testimonio directo de cómo aparece esa inmensa y desconocida China de casi 800 millones de habitantes ante los ojos de un occidental, que ha pasado 40 días el pasado verano sobre el “terreno prohibido” hasta hoy para cualquier hombre de Occidente. Alicia McIntosh es chilena, 27 años, soltera. […] Estuvo en Barcelona el pasado septiembre. […] Reside en París, en donde estudia Sociología de la Educación en la Universidad de Vincennes. -Alicia, ¿cómo puede un occidental ser invitado a visitar la China Popular? -Verás, es una historia bastante larga, pero interesante. La idea de un posible viaje surgió de un grupo de compañeros de IFRED (Institut Internationale de Recherches et de la Formation en vue de Developement). Este Instituto, fundado por el P. Lebret, recibe estudiantes de los cinco continentes, especialmente de los llamados países del Tercer Mundo. [….] -¿Qué resultados habéis observado en la enseñanza a causa de los cambios introducidos por la Revolución Cultural? -La enseñanza es, tanto la primaria como la secundaria, gratuita y obligatoria. Alrededor de los 18 años todos los jóvenes se incorporan al trabajo de producción, en industria o campo. Tres años más tarde tendrán acceso a la Universidad. En ella las carreras duran tres años. Todo el método pedagógico está basado en la unión del trabajo intelectual con el manual. La finalidad de la educación es crear un hombre nuevo, apto física y moralmente, que sea a la vez un intelectual y un trabajador, desinteresado y honesto, prototipo de la nueva sociedad comunista, donde cada cual está al servicio de los demás y en la que cada uno recibe lo necesario para sus necesidades. La asignatura “ideología” ocupa invariablemente el lugar de honor. […]

Cargando
No hay anuncios

Peces històriques triades per Josep Maria Casasús.