Duran y Sanpere en el subsuelo
Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsÍbamos por la calle de los Condes de Barcelona hacia la puerta de acceso a las excavaciones, cuando el señor Duran y Sanpere, como temeroso de que yo fuera un visitante superficial, creyó oportuno detenerse y decir con acento patético: -¡Esta calle es la de las emociones! Bajo nuestros pies está la catedral donde predicó San Paciano; donde el pueblo ordenó sacerdote a San Paulino de Nola; donde estuvo el sepulcro de Santa Eulalia… / Para sentir las emociones con tamaña intensidad a dieciséis siglos vista, se precisa la erudición del señor Duran y Sanpere, quien a estas horas, seguramente, se dispone, con su propia pluma, a contar al público las maravillas puestas al descubierto por medio de las excavaciones practicadas junto al lomo de la catedral. Recuerdo, hace ya años, mi asombro la primera vez que el director de nuestro Archivo Histórico me guió por entre los restos de la ciudad romana. Andábamos por un revoltillo de tierras, de piedras y de andamios. Mi cicerone hablaba con un aplomo impresionante, al identificar los para mi inexpresivos restos de muros: -Aquí tenemos una panadería; lo que ve usted allí es el horno. Ahora entramos en una taberna, etc. […] Si entonces, al descubrir los establecimientos de los artesanos de Barcino estaba ya como unas pascuas, ¡qué satisfacción no sentirá ahora, que ha destapado el palacio de Ataúlfo, un foro romano y la basílica paleocristiana! -¿Cómo se le ocurrió pensar que se hallaban aquí estas cosas? -le pregunto. -Fue una corazonada. No existía indicio alguno de su situación exacta. De la primitiva catedral únicamente poseíamos referencias escritas. […] Si la Arqueología no fuera algo muy serio, diría yo que el éxito ha sorprendido a la misma empresa. Con la basílica primitiva, se nos han dado por añadidura un palacio, varios monumentos, fragmentos de estatuas, etc. […] Mientras el otro día recorríamos las excavaciones, y al exponerle el deseo de dedicar a las mismas una de mis crónicas, me contestó: -Escríbala usted, que cuando más literatura se haga sobre la ciudad romana, mejor. Ha de repetirse el caso del barrio gótico, que si al principio nos lo tomábamos algo a broma, con el tiempo se ha revelado un sólido valor material. El barrio gótico ha resucitado el comercio de la ciudad vieja… […] .