Los que deshonran al anarquismo (1937)
Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsDe l’article d’Ana Piacenza Nita Nahuel, periodista nascuda a Rosario (Argentina), publicat en el número 7 de Mujeres Libres (III-1937), una revista que va contribuir a fundar. Demà és el Dia Internacional de les Dones instituït per les Nacions Unides. Militant de la FAI en la Barcelona en guerra, Ana Piacenza també va dirigir la publicació Tierra y Libertad.
José Ingenieros, un célebre sociólogo argentino, decía que la emancipación de la mujer depende de la transformación de la sociedad; que la Revolución social traería aparejada la libertad económica, política y sexual de la mujer. Yo comienzo a dudarlo. Se me ocurre pensar que después de la Revolución social, tendremos que hacer las mujeres “nuestra revolución”. Existen datos en cantidad como para hacer meditar sobre el tema. Vamos a poner un caso como ejemplo. En España, que está realizando y viviendo ya su Revolución social, las mujeres se hallan ya tan sometidas al hombre como en cualquier país burgués. Hace pocos días se extendió la noticia de que habían caído cuatro pueblos de Aragón en poder de los fascistas. Un grupo de mujeres que se encontraban reunidas en la Agrupación Mujeres Libres improvisó inmediatamente una manifestación. Una nutrida columna recorrió las Ramblas y llegó hasta la Generalidad exigiendo: ¡Armas para el frente de Aragón!, ¡Menos política y más armas!, ¡Abajo los sueldos fabulosos!, ¡Igualdad para todos en el sacrificio! La manifestación fue aumentando hasta hacerse imponente. […] Al pasar por la Casa CNT-FAI se prorrumpió en vivas a la Revolución y al frente de las Juventudes Revolucionarias. Unas compañeras que quedaron rezagadas presenciaron algo que da vergüenza decir. Un individuo que llevaba al cuello el pañuelo rojo y negro de anarquista comenzó a proferir insultos y amenazas contra las compañeras de la manifestación. Una de ellas se le acercó y le preguntó por qué hacía eso. Respondió porque le daba la gana, y continuó comentando el asunto en forma agresiva y brutal, a tal extremo, que la compañera, atemorizada, tuvo que retirarse. Sabemos que cretinos los hay en todas partes; pero lo que conviene saber es precisamente eso: si se trata simplemente de un cretino o de un fascista emboscado. […] Los trogloditas disfrazados de anarquista, los cobardes que atacan por la espalda bien armados, los “valientes” que levantan la voz y el ademán frente a una mujer, están mostrando su hilacha fascista y es preciso desenmascararlos. […] ¡A ver si vamos a tolerar que, después de tanto libro anarquista como se ha escrito ensalzando la libertad femenina, de tanto discurso libertario proclamando la libertad de derechos, de tan larga lucha emancipadora, vengan “anarquistas” a agredirnos porque queremos impedir, con la garantía de un armamento eficaz, la matanza inútil de nuestros hijos en los frentes de Aragón! ¡A ver si van a impedirnos que cojamos con nuestras manos los fusiles que aquí sobran para llevarlos donde tantísima falta hacen! ¡A ver si los compañeros anarquistas van a permitir que a su lado se ataque impunemente a las compañeras anarquistas! ¡Hay pañuelos y pistolas mal colocados y esto hay que evitarlo, compañeros anarquistas!.