Democracia y clases sociales (1931)
Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsRovira y Virgili, una de las mentalidades más fuertes de Cataluña, ha confirmado, días pasados, desde las columnas de La Publicitat , que también las grandes mentalidades tratan con demasiada ligereza los problemas más trascendentales. El ilustre historiador de Cataluña -que no político ilustre- ha pretendido afirmar el valor de la democracia, por encima del valor de las clases sociales. […]
Nosotros, simples obreros manuales, afirmamos, con entereza absoluta, que las clases sociales son las fuentes de donde manan las substancias, todas las substancias de que se nutren todas las ideas fundamentales del mundo moral-económico-político-social-, y afirmamos que la democracia -y nuestra afirmación no es menos rotunda- no es más que un tratado de logomaquia al servicio de unas clases sociales para engañar y retener sometidas a otras clases sociales. […]
Es cierto, como dice Rovira y Virgili, que "contra la estructura rígida e impuesta del régimen autocrático, aristocrático u oligárquico tradicional, hay la estructura movible y flexible del régimen democrático, que produce, espontáneamente, una valoración individual y social". Es cierto, de un modo relativo, de un modo demasiado relativo en determinadas latitudes, y salta a la vista que, de no existir este hecho relativo, el valor de la democracia sería nulo en absoluto. Pero, aun concediendo el máximo valor a la democracia, ninguna razón existe para probar que ella no constituye el régimen político de la burguesía, o, con más precisión, del capitalismo.
¿En qué país del mundo ha sido la democracia la que privara de la supremacía política a la clase capitalista? Se citarán países donde la socialdemocracia ha conquistado las directivas del poder político, pero no se puede citar ninguno en que la clase capitalista haya por ello, de hecho ni de derecho, perdido la supremacía política. […]
Y nosotros afirmamos al señor Rovira y Virgili y a todos los intelectuales de la burguesía, que la polarización de los estados económicos del capitalismo y del proletariado, así como sus causas determinantes, responde todo a la aberración de poner el valor de la democracia por encima de la incompatibilidad universal de las clases sociales. […]