Manuel Brunet 1950
16/10/2016

La cuestión de la Sagrada Familia

Tria JM CASASÚSHay pocos temas religiosos tan populares en Barcelona como el del Templo de la Sagrada Familia. La piedad y la idea de grandeza se alían aquí con una emoción incomparable. Salen chispas del tema como las que el cincel arranca a la piedra, señal indudable de que este pueblo no ha renunciado al voto de nuestros padres de levantar un gran templo en honor de la Sagrada Familia. Conocemos por experiencia el asunto. El artículo sobre la paralización de las obras de la Sagrada Familia lo hemos hecho ya otras veces y siempre con resultados positivos. Pero ha pasado la hora de los artículos líricos: la avalancha de “Cartas al Director” recibidas en este semanario, sobre esta cuestión, indica que urge la hora de buscar una solución al problema. El pueblo se da cuenta, más que en otras épocas, de lo que este Templo significa; comprende que la imitación de la Sagrada Familia de Nazaret constituye, en este momento solemne, la única garantía de felicidad doméstica y de paz universal. Constituía eso una gran verdad cuando la piedad barcelonesa decidió construir un gran templo dedicado a la Sagrada Familia; ahora esa verdad es urgentísima. […] Sería deseable considerar liquidado el período romántico en lo relativo a las obras de la Sagrada Familia y buscar entre todos la manera de asegurar su continuidad. […] Aunque en otros tiempos se recibían para este Templo limosnas de España entera y también de América, sea tal vez necesario considerar que el voto de levantar esta gran catedral afecta especialmente a los barceloneses y, por extensión, a la región catalana, de la que Barcelona es “cap i casal”. En realidad, Barcelona se basta para asegurar la continuidad de las obras. Sólo falta que cada parroquia de la ciudad considere oficialmente que el Templo expiatorio de la Sagrada Familia es por naturaleza un patrimonio común, algo así como la Catedral. […] En nuestra opinión, las obras de la Sagrada Familia han de alimentarse con la limosna de tipo popular. […] Trabajando para la Sagrada Familia se daría trabajo permanente a treinta familias, precisamente en una época en que no sobra trabajo del ramo de la construcción. […]