Castilla y Cataluña (1931)

De l’article d’Agustí Calvet Gaziel (Sant Feliu de Guíxols, 1887 - Barcelona, 1964) a La Vanguardia (27-II-1931). Des d’aquell febrer de fa noranta anys, el “partit del centre” de Francesc Cambó (Verges, 1876 - Buenos Aires, 1947) va ser motiu de tota mena de comentaris més o menys intencionats. El ninotaire Ramiro Mondragón del Río Mondragón va dedicar-li un acudit a L’Esquella de la Torratxa (24-VII-1931). La caricatura representa Cambó i porta un peu de dibuix amb una ocurrència preposicional: “El partit del centre. (Llegeixi’s el partit pel centre)”  

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El señor Cambó, el leader que fue del exclusivismo inicial catalanista, acaba de crear un partido de centro en Madrid. Y ha hecho admirablemente, a mi juicio, pues ese partido -anunciado varias veces por mí como una de las dos únicas disyuntivas del señor Cambó, ser o no ser- lleva ya, por lo bajo, unos diez años de retraso. Cambó en Madrid y con un partido en toda España: ¿quién había de decirlo? Todo aquel que supiera leer en el tiempo. Y aun habrá más: ese partido, o permanecerá estéril, o crecerá y se fortalecerá en razón inversa de la participación que en él tengan los catalanes, y en especial los de la Lliga. Para que Cataluña y España entera puedan beneficiarse (si es que ha de haber beneficio) de la actuación futura del señor Cambó, es necesario que éste vaya soltando el lastre de la Lliga. Como esos caserones vetustos que se conservan piadosamente, porque de ellos salió el fundador de una orden, la Lliga ha de resignarse a quedar en situación venerable, pero arrinconada, como dependencia de relicarios y ex votos. Otro signo. Los partidos que en Cataluña se alzaron casi exclusivamente para protestar del colaboracionismo de la Lliga con fuerzas gubernamentales madrileñas, y en un principio enarbolaron la enseña de la más radical intransigencia, del aislamiento y hasta del separatismo, hoy van a Madrid, a ponerse en contacto estrecho con sus afines de Castilla y de toda España. ¡Idea y práctica excelentes! Hasta al mismo señor Maciá, apenas llegado a Cataluña, el primer telegrama que se le ocurre poner es para don Niceto Alcalá Zamora, a pesar de que éste cree en el catalanismo todavía menos de lo que el señor Maciá en el centralismo. […]