ABANS D’ARA

Viaje en tranvía

Viaje en tranvía
Néstor Luján 1946
13/08/2016
2 min

Peces Històriques Triades Per Josep Maria Casasús[…]

Inscriu-te a la newsletter Pensem Les opinions que et fan pensar, t’agradin o no
Inscriu-t’hi

Tomado el tranvía de la línea 29, luego de aclarar el Scila y Carybdis de sus entradas y salidas, en un instante nos encontramos en las Atarazanas, y por ende, en el mercado que en sus murallas las embellece. Para justificar la razón de la existencia de esa espantosa Babel, creo que los cronistas municipales necesitarían tomos y tomos. Este prodigio de suciedad no tiene aparentemente otra razón de existir que la vitalidad abigarrada que nos domina. ¿No podría establecerse en otro lugar un mercado? ¿No podrían suspender y emocionar el ánimo del viajero con otro prodigio? […] En la ciudad estamos en el período del chiste; es decir, el período de la absoluta inutilidad de formular llamamientos serios en pro de Barcelona, pues caen todos en saco roto o, mejor, en el saco demasiado lleno del glorioso superávit. Es el momento del sainete, del desorden, del regodeo ante nuestras propias desgracias. El momento de la piel de plátano, de billones de papeles por los suelos, de los perros rabiosos, de los buhoneros que venden las cosas más inusitadas, de los mercados al aire libre, del aire con polvo, de la circulación desatada, de los escapes libres, de los altavoces, de los castillos de fuegos artificiales, de las tracas, de las fiestas mayores en cada esquina, del vocerío, del piropo, de la suciedad, de las colas de los tranvías y de toda arbitrariedad. […] Esta ciudad que de un tiempo acá sufre todas las inclemencias de una administración deficiente sin que nadie, fuera de los ciudadanos y nosotros en nuestras respectivas posibilidades, que es el lamentarnos sin esperanza, haga nada para evitarlo. La comparación de nuestra ciudad, con su millón de habitantes, no ya con Madrid, San Sebastián o Valencia, sino con cualquier ciudad de tercer orden, es lamentable, absolutamente desfavorable. Y creo que ha llegado el momento de decirlo con claridad y dureza: nuestro Ayuntamiento no sólo no mejora a la ciudad, sino que ni siquiera la conserva: la empeora con una de las gestiones más ineficaces y nocivas.

stats