El 1 de Mayo (1893)
Peces històriques triades per Josep Maria CasasúsPara ese día todos los Gobiernos de Europa prohíben á los obreros las manifestaciones por las calles y las reuniones al aire libre. El de Francia les ha negado hasta la Galería de máquinas del Campo de Marte, donde se proponían levantar cuatro tribunas y querían alternar con los discursos la música y el canto.
No obrará así el de Inglaterra. Dejará como los demás años, que se congreguen 500 ó 600 trabajadores, crucen las calles de la capital al son de sus bandas y á la sombra de sus estandartes, y en Hyde-Park recojan de labios de oradores, repartidos en catorce ó más tribunas, palabras de dolor y de ira por los males que los afligen y voces de aliento para perseguir el orden social porque suspiran.
¿De qué nace la diferencia? De que el Gobierno de la Inglaterra no teme el ejercicio de la libertad; como no lo teme, no se considera con derecho á prohibir, mientras no se apele á las armas; y aquí los Gobiernos se asustan de las manifestaciones ruidosas de las muchedumbres, y dejándose llevar de antiguos hábitos, recurren contra la ley al sistema preventivo, hipócrita negación de todo derecho. […]
No hace ocho años se reunieron en Londres los jornaleros sin trabajo para exigir del Gobierno que con el fin de emplearlos emprendiera la construcción de obras públicas. Invadieron después las calles más ricas y populosas, y saquearon almacenes y tiendas. Se prendió á los organizadores de la reunión y se los llevó á los tribunales como presuntos reos de excitación al robo; pero no se coartó ni poco ni mucho el derecho de los trabajadores á los "meetings" y las manifestaciones públicas. […]
No degeneraron allí con frecuencia las manifestaciones en tumultos; pero es porque, gracias á ese sistema puramente represivo, el pueblo se ha acostumbrado á ejercer la libertad con sujeción á las leyes. ¿Podrá el nuestro adquirir esta costumbre mientras por miedo al abuso no se le permita el libre uso de todos sus derechos? […]